martes, 22 de septiembre de 2015

Alzheimer

¿Qué es el Alzheimer?

La enfermedad del Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo e irreversible que daña lentamente y destruye las células del cerebro, dando lugar a pérdidas de memoria, aptitudes del pensamiento e incluso la capacidad para llevar a cabo las tareas más simples, entre otras funciones cerebrales. El Alzheimer es el tipo de demencia más común, representando entre el 50 al 80% de los casos de demencia.
Hay que decir que el Alzheimer no es parte de un envejecimiento natural y normal, sino que produce una serie de cambios anormales haciendo que mueran y marchiten las células del cerebro. La mayoría de las personas afectadas son gente de avanzada edad. Apareciendo los primeros síntomas después de los 60 años, aunque ha habido casos con gente de 50 años (inusual). 
La enfermedad fue descubierta por el Dr. Alois Alzheimer en 1906 (del cual recibe el nombre la enfermedad). El Dr. Alzheimer estudió los cambios que había sufrido el tejido cerebral de una mujer llamada Auguste Deter que había muerto por una anómala y rara enfermedad mental (pérdidas de memoria, paranoia, comportamientos impredecibles, desorientación y problemas en el lenguaje). El Dr. Alzheimer examinó su cerebro y descubrió varias masas anormales (plazas amiloideas) y bultos retorcidos de fibras (ovillos o nudos neurofibrilares).

Causas y Factores del Alzheimer

Aunque hoy en día los científicos saben que la enfermedad del Alzheimer implica la destrucción de las células del cerebro de forma progresiva, se desconoce cual es la razón de su eliminación. Al igual que otras enfermedades de tipo crónico, los expertos creen que el Alzheimer se desarrolla por múltiples factores. La edad y la genética han sido ya identificados como factores de riesgo, pero todavía quedan muchas incógnitas por responder.
 

1. Factores de Riesgo Conocidos:

a) Edad: 
El mayor factor de riesgo de la enfermedad es el aumento de edad. Después de los 65 años de edad, el riesgo se duplica cada 5 años. Después de los 85 años de edad, el riesgo llega a casi el 50%
b) Genética: 
La investigación ha demostrado que aquellos que tienen un familiar cercano (padres, hermanos o hijos) que padecen esta enfermedad son más propensos a que se les desarrolle. Hay que decir, que aunque es cierto que se tiene una mayor proporción a tener dicha enfermedad, el Alzheimer no es una enfermedad hereditaria entendida de la manera clásica (sólo en el 1% de los casos se ha dado de este modo, en el resto se ha debido a multifactores). Lo que se hereda es un rasgo genético de predisposición, sólo eso. Por otro lado, si existe más de un miembro en la familia con Alzheimer el riesgo a padecerlo será mayor.

2. Factores de Riesgo Adicionales:

a) Sexo femenino
Al inicio se consideraba que las mujeres estaban más expuestas a dicha enfermedad pero según algunos estudios esto se debe al hecho de que tienen una esperanza de vida mayor y por tanto, vivían más que los hombres. Es bastante probable que ambos sexo tengan el mismo nivel de riesgo.
b) Educación
Algunos estudios han determinado que un nivel alto de escolarización es un factor protector. Las personas con un mayor nivel educativo, que trabajaban la mente estaban menos expuestos a sufrir esta demencia frente a otros con un nivel más bajo.
c) Pacientes con factores de riesgo vascular tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia.
d) Exposición de Pesticidas, Fertilizantes y disolventes en el ámbito laboral

10 Señales y Síntomas de la enfermedad del Alzheimer 

Redactadas por la Alzheimer's Association 
1. Pérdida de memoria que afecta a la vida cotidiana.
2. Retos en la planificación o solución de problemas.
3. Dificultades para completar tareas habituales en el hogar, trabajo y ocio
4. Confusión o Desorientación respecto del tiempo y lugar
5. Problemas con el pensamiento abstracto y espacial
6. Problemas con el lenguaje tanto al hablar como al escribir
7. Tendencia a mover las cosas y olvidar donde están
8. Disminución del juicio o cambios en la toma de decisiones
9. Retiro del trabajo o actividades sociales
10. Cambios en el humor y la personalidad

Sin embargo, cabe precisar y diferenciar estos síntomas característicos del Alzheimer con situaciones normales al envejecimiento humano. A continuación, señalaremos algunas conductas que son normales y otras debidas al Alzheimer:


Conductas debidas al Alzheimer

1. Olvidar citas, encargos, ... siempre de hechos recientes.
2. Repetir frecuentemente preguntas a pesar de recibir respuestas
3. No acordarse donde colocó las cosas: encontrarse el móvil en la basura, el móvil en las zapatillas...
4. Le cuesta recordar nombres de objetos habituales.
5. Preguntarse donde está cuando está en su casa, olvidar el camino a un sitio al que acude con regularidad.
6. Dificultad para realizar gestos simples y familiares.
7. Perder el interés por actividades que antes disfrutaban. Ej: Dejar de ver partidos de fútbol de su equipo favorito.
8. No lograr hacer una llamada telefónica u otras tareas fáciles
9. Ponerse de mal humor de forma brusca y sin motivo.
10. Saber que es un cepillo de dientes pero olvidarse de como usarlo. Es decir, que le cuesta manejar objetos familiares.


Conductas Típicas del Envejecimiento

1. Olvidar a veces nombres o citas, pero recordarlos después.
2. Cometer errores ocasionales al equilibrar cuentas.
3. Necesitar de vez en cuando ayuda para grabar un programa de televisión.
4. Estar confundido acerca del día de la semana, pero darse cuenta más tarde.
5. Cambios en la visión relacionadas con las cataratas
6. A veces tener problemas para encontrar la palabra correcta.
7. Perder las cosas de vez en cuando, como unas gafas.
8. Tomar una mala decisión en un momento concreto
9. A veces, sentirse cansado por el trabajo, obligaciones familiares y sociales.
10. El tener una rutina determinada e irritarse cuando esta se interrumpe. 

Las 3 Fases del Alzheimer

La enfermedad del Alzheimer pasa por diferentes fases o etapas, caracterizadas por su continuo y progresivo empeoramiento. Podremos distinguir tres etapas: 
3 Fases del Alzheimer

1. Etapa Inicial o Fase 1:

Esta primera etapa se caracteriza por tener algunas pérdidas de memoria: ocasionalmente se le olvidan algunas cosas, pueden perderse, olvidar sus citas o nombres de personas. Estas pérdidas de memoria pueden pasar inadvertidas por ser bastante leves pero con el tiempo pueden interferir en el día a día de la persona. En cuanto al comportamiento destacamos cambios de humor e incluso enfados del enfermo cuando se dan cuenta que pierden el control de lo que les rodeas. En esta fase realizan frases más cortas, mezclan ideas sin relación directa, tienen problemas para encontrar palabras, aunque continúan razonando adecuadamente.

2. Etapa Intermedia o Fase 2:

En esta fase se agrava la situación y ya no hay duda de su diagnóstico. Disminuye la memoria reciente y empiezan a producirse cambios de comportamiento más acusados: agresividad, miedos, alucinaciones, ... El paciente pasa a ser más dependiente, necesitando ayuda para el autocuidado, es incapaz de trabajar y se muestra confuso con facilidad, necesitando una supervisión diaria de todo lo que hace. Es cierto, que en esta etapa las rutinas o conversaciones superficiales pueden verse conservadas pero cuando se profundiza empiezan a aparecer dificultades. El lenguaje empieza a verse más afectado: repite frases, no las acaba, le cuesta relacionar y diferenciar conceptos. Sus movimientos al contrario que en la etapa uno donde siguen estando bien, en la fase 2 empiezan a perder el equilibrio, tienen caídas espontáneas y necesitan ayuda para deambular. 

3. Etapa Avanzada o Fase 3:

En la última fase, el paciente depende por completo de terceras personas para su subsistencia. Necesita ayuda incluso para las tareas más básicas: comer, limpiarse, moverse. La memoria empieza a perderse tanto la reciente como la remota. No reconocen a sus hijos, cónyuges, etc...Su comportamiento es como el de un niño pequeño: llora, grita, se agita, no comprende una explicación y pueden tener periodos y comportamientos desinhibidos y agresivos. En cuanto al lenguaje balbucean. Muchos pacientes permanecen rígidos y mudos. Les cuesta controlar sus esfínteres, se atragantan, le cuesta tragar y no controlan sus gestos. Aumentan las complicaciones y riesgos derivados de infecciones, deshidratación, desnutrición, heridas por inmovilización, etc...En ocasiones, la causa final de la muerte suele estar relacionada con alguna de estas complicaciones. 

Como podemos ver la enfermedad del Alzheimer pasa por una evolución lenta y progresiva con ligeros problemas en la primera etapa y acabando con graves daños cerebrales en las últimas fases. 

El tiempo de vida de una persona con Alzheimer varía de una a otra, como media suelen vivir entre 8-10 años tras el diagnóstico, aunque hay ocasiones donde los pacientes pueden sobrevivir hasta 20 años. Aún siguen sin conocerse los motivos de por qué existen esas diferencias en la esperanza de vida de los enfermos de Alzheimer.

5 Formas de Prevención del Alzheimer

¿Puede prevenirse la enfermedad del Alzheimer? Actualmente no hay una respuesta clara. Se necesitan realizar más estudios e investigaciones sobre ello. Lo que si parece es que ciertas condiciones y situaciones favorecen a la protección del organismo frente al Alzheimer, pero no podemos decir que existan medidas definitivas para prevenir la aparición del Alzheimer. 
A continuación, nombraremos algunas situaciones que parece que si pueden ayudar a prevenirla:

1. Tratamientos Preventivos Farmacológicos

Muchos expertos coinciden en que la enfermedad del Alzheimer, al igual que otras enfermedades crónicas comunes, se desarrollan como resultado de múltiples factores: edad, genética, estilo de vida, condiciones médicas, etc... Hay factores de riesgo como la edad o la genética donde no podemos hacer nada, pero sí en los otros. Entre diferentes estudios que se han realizado encontramos los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, antioxidantes, terapia de sustitución de estrógenos y el gingko biloba. 
Actualmente, no se recomienda ninguno de estos medicamentos preventivos debido a sus efectos colaterales. Ante cualquier duda siempre debe consultar a su médico.

2. Conexión Cabeza-Corazón

Parece que existe una conexión entre las enfermedades vasculares con la del Alzheimer. En algunos estudios donde se realizaron autopsias a enfermos de Alzheimer, en el 80% de los casos padecían también alguna enfermedad cardiovascular. 
Esto parece deberse a los fuertes vínculos que tiene la salud del cerebro con las del corazón. El cerebro se nutre de la sangre que le llega del corazón. Cada latido bombea entre el 20-25% de la sangre que llega a la cabeza, donde las células del cerebro utilizan un 20% de los alimentos y el oxígeno que lleva dicha sangre.

3. Ejercicio Físico y Dieta

Hay evidencias que sugieren que el ejercicio físico puede beneficiar a las células del cerebro debido al aumento del flujo de oxígeno que se produce al realizarlo. Además de verse beneficiado el sistema cardiovascular lo que lleva consigo una doble protección.
Junto con el ejercicio, realizar una dieta saludable favorece la salud del corazón. La dieta Mediterránea es un buen ejemplo de ello: un poco de carne roja, frutas, verduras, pescados, mariscos, nueces, aceite de oliva y otras grasas saludables.

4. Conexiones Sociales y la Actividad Intelectual

Numerosos estudios indican que el mantener fuertes vínculos sociales y mantener una vida mentalmente activa puede reducir el riesgo de Alzheimer.

5. Traumatismo Craneal

Parece que hay un fuerte vínculo entre el riesgo de tener un futuro Alzheimer y un trauma craneal grave, especialmente cuando la lesión implica la pérdida de la conciencia. Proteja la cabeza para evitar cualquier riesgo: use cinturón de seguridad en el coche, use casco cuando participe en deportes que lo requieran, etc...

Mejores Tratamientos para Alzheimer

1. Medicamentos para la Pérdida de Memoria

Como mencionábamos anteriormente hay 5 medicamentos aprobados por la FDA que tratan los síntomas de pérdida y confusión de la memoria, problemas con el pensamiento y el razonamiento derivados por la enfermedad del Alzheimer.
Cuando el Alzheimer progresa, las células cerebrales mueren provocando que se pierdan las conexiones entre las células y los síntomas cognitivos empeoren. Los medicamentos actuales no pueden evitar que esto no se produzca pero sí pueden ayudar a disminuir los síntomas durante un tiempo limitado.

2. Tratamientos para el Comportamiento

Una de los cambios más comunes debidos al Alzheimer es el comportamiento del enfermo. Esto se da por el deterioro progresivo de las células cerebrales. Aunque también la medicación, la influencia del entorno y ciertas condiciones médicas pueden causar dichos síntomas e incluso empeorarlos.
En las primeras etapas, las personas experimentan básicamente 3 cambios en el comportamiento y en la personalidad y son: la irritabilidad, la ansiedad y la depresión. En etapas ulteriores, pueden presentar más síntomas como la ira, agitación, agresión, inquietud, alucinaciones, delirios, trastornos del sueño, entre muchos otros. 

3. Tratamientos para los Cambios del Sueño

A menudo, numerosos enfermos de Alzheimer tienen problemas relacionados con el sueño: problemas para dormir o con cambios en su horario. Cuando esto surge siempre debemos acudir en primer lugar a tratamientos no farmacológicos para afrontar dichos problemas (evitar alcohol, cafeína, nicotina, mantener un horario regular para las comidas, el acostarse y levantarse, realizar ejercicio de forma regular, etc...)

4. Tratamientos Alternativos

Cada vez es más frecuente el uso de hierbas medicinales, vitaminas y otros suplementos dietéticos para potenciar la memoria o tratamientos para retrasar o prevenir la enfermedad del Alzheimer. Estos tratamientos no requieren de una investigación científica rigurosa por la FDA ya que por ley no se requiere receta para estos suplementos dietéticos. Entre estos encontramos los siguientes:
Coenzima Q10
Coral Calcium (Coral de calcio)
Ginkgo Biloba
Huperzine A (Huperzina A)
Omega 3
Fosfatidilserina
Tramiprosato
No obstante, debemos advertir de las preocupaciones que se tienen sobre estas terapias alternativas:  su efectividad y seguridad son desconocidos, la pureza es desconocida, las malas reacciones no se controlan rutinariamente, los suplementos dietéticos pueden tener problemas con medicamentos ya recetados.

5. Preguntas para su Médico

Finalmente, la Alzheimer's Association ha listado una serie de preguntas que son importantes y que debería realizar a su médico sobre los tratamientos que puedan prescribirle. Es importante, que tenga una estrecha colaboración con su médico y los demás miembros del equipo médico. Estas preguntas ayudarán a reforzar ese vínculo y a que usted conozca los beneficios y riesgos de cada uno de los tratamientos. 
  • ¿Qué opciones de tratamiento están disponibles?
  • ¿Qué opción crees que es la que mejor se adapta a nuestra situación?
  • ¿Qué tipo de evaluación utiliza para determinar si el tratamiento es efectivo?
  • ¿Cuánto tiempo pasará antes de que usted sea capaz de evaluar la eficacia del tratamiento?
  • ¿Cómo va a controlar los posibles efectos secundarios de los tratamientos?
  • ¿Qué efectos secundarios veremos en casa?
  • ¿Cuándo debemos llamarle?
  • ¿Este tratamiento puede interferir con otros medicamentos que se toman para otros problemas médicos?
  • ¿Cuáles son los problemas que puede llevar la suspensión de un tratamiento para empezar con otro?
  • ¿En qué etapa de la enfermedad se considera oportuno dejar de usar el tratamiento?
Enlace vídeo instructivo sobre el Alzheimer y sus consecuencias:
https://youtu.be/kBhmd-yDwk8

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